El Poder del DIEZMO

¿Qué te dice la siguiente frase?

“Tu descontento por lo que te falta, es el resultado de tu falta de gratitud por lo que tienes”

Los grandes Maestros tienen claro –lo saben porque lo han vivido a lo largo de sus vidas– que hay dos emociones que mueven el mundo: El AGRADECIMIENTO y el AMOR.

Pasamos mucho tiempo en nuestras vidas practicando el victimismo, y el VICTIMISMO tiene tres caras:

  • La CULPA: La economía va mal y eso juega en mi contra… ¡Estos políticos!… Mi jefe es patético… La competencia está pegando bien fuerte… Yo soy así porque mi padre era un déspota… 
  • Las JUSTIFICACIONES: El dinero no compra la felicidad… El dinero no es tan importante como el amor… Soy malo para los idiomas…
  • Las QUEJAS: ¿De qué se quejan las personas? Se quejan de lo que va mal. No conozco a nadie que se queje de lo que le va bien. Pero, ¿qué sucede cuando te centras en lo que va mal? Le das energía con tu mente y va a peor: ¡Objetivo cumplido!

¿Qué podemos hacer para salir de la espiral del VICTIMISMO y convertirnos en PROTAGONISTAS de nuestras vidas? Una vía es fortaleciendo el músculo del AGRADECIMIENTO.

Hay muchas formas de cultivar el AGRADECIMIENTO, así con mayúscula, pero una de las más poderosas es practicando el DIEZMO.

El Universo se rige por ciclos muy precisos que aseguran la continuidad y la armonía en cualquier plano: estaciones del año, la cuarentena, el diezmo, etc. Cuando uno de los ciclos se desequilibra, se generan conflictos.

La razón de diezmar no es ofrecer DINERO o TIEMPO a una determinada causa para que esa causa siga su ciclo natural; ese es el resultado. La principal razón de que tú diezmes es que participes activamente en ese ciclo Universal para asegurar tu desarrollo ESPIRITUAL y FINANCIERO.

¿Qué sucede cuando diezmas?

En primer lugar, el diezmo es una muestra de agradecimiento hacia Dios o hacia el Universo. Estás agradeciendo lo que te ha sido concedido y de ese modo REFUERZAS TU CAPACIDAD DE ATRACCIÓN Y RECEPCIÓN.

Hay personas que piensan que “es mejor dar que recibir” y eso, es una estupidez. ¿Por qué? Porque dar y recibir son dos caras de la misma moneda: para que alguien pueda dar, debe haber otro que esté en condiciones de recibir, y resulta obvio que si no estás dispuesto a recibir estás “alejando” a quiénes quieren darte, y finalmente Dios o el Universo no te darán. DA CON AMOR CUANDO TENGAS QUE DAR y RECIBE CON AGRADECIMIENTO GENUINO CUANDO TENGAS QUE RECIBIR. Esa es la regla de oro.

En segundo lugar, diezmar es un acto de fe. Cuando practicas el diezmo demuestras implícitamente que tienes la certeza de que recibirás nuevas bendiciones a futuro, por lo que REFUERZAS TU FE.

Feliz Camino!!!

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