Mi nombre es
DOSINDO BLANCO ARIAS
Bienvenida, bienvenido.
Me niego rotundamente a creer que estamos predestinados. Creo firmemente en que Dios, el Universo o quién tú decidas en función de tus creencias, nos ha puesto en esta dimensión con una función muy concreta antes de nacer; por ello, creo que la responsabilidad más importante en la vida de una persona es responder a estas dos preguntas: ¿PARA QUÉ he nacido? ¿CÚAL es la función que me ha sido asignada?
Vivo con la certeza de que mi VALOR está directamente vinculado con el IMPACTO que tengo en las personas a través del servicio que les presto; por ello creo que sin VALORES no puede haber VALOR. Tengo plena conciencia de que no puedo conseguir que otros SEAN si yo no SOY, de que otros HAGAN si yo no HAGO, de que otros TENGAN si yo no TENGO.
Creo que el BENDITO ERROR es el que me conduce al aprendizaje genuino y verdadero. Sé que no errar –no equivocarme– implica que estoy repitiendo de forma rutinaria algo que ya sé hacer, lo que implica que no estoy mejorando en la aplicación. Tengo plena conciencia de que cuando las cosas me salen mal, estoy aprendiendo. Entiendo a la perfección que la gran mayoría de las cosas buenas y malas que acontecen en mi vida las ELIJO YO, ya sea consciente o inconscientemente.
Creo que las personas no debemos reinventarnos: en realidad DEBEMOS DESCUBRIRNOS, atrevernos a saber quiénes somos y qué podemos dar de nosotros mismos. Creo que no es posible reinventarse sin antes “inventarse”. Para poder redefinir algo, antes hay que definirlo. Desde este punto de vista, creo que la esencia del desarrollo y la transformación personal conecta con descubrir QUIÉNES SOMOS realmente.
Creo que el Universo es expansivo y por ello fuente de abundacia y no de escasez, pero también creo que al Universo le ha crecido un “gran tumor en una de sus microarterias” provocado por los Sapiens. No nos estamos dando cuenta de que los alimentos y la materia prima que estamos utilizando para producir los caprichos que sustentan nuestros estilos de vida, proceden de las entrañas de La Tierra. Creo que nos hemos aislado de la realidad y ello nos ha conducido a hacer trampas sin parangón durante los últimos 200 años de la historia de la Humanidad que atentan contra La Tierra y por ello contra la propia Humanidad. Creo que estamos asomados a un abismo de imprevisibles consecuencias que solo vamos a poder salvar a través de la definición de un PROPÓSITO GLOBAL como Humanidad.
Reivindico el PODER de la bondad, la responsabilidad, el compromiso, la generosidad, la cooperación significativa, la confianza inquebrantable en uno mismo, la gratitud, el esfuerzo inteligente y el propósito.
Creo que el BENDITO ERROR es el que me conduce al aprendizaje genuino y verdadero. Sé que no errar –no equivocarme– implica que estoy repitiendo de forma rutinaria algo que ya sé hacer, lo que implica que no estoy mejorando en la aplicación. Tengo plena conciencia de que cuando las cosas me salen mal, estoy aprendiendo. Entiendo a la perfección que la gran mayoría de las cosas buenas y malas que acontecen en mi vida las ELIJO YO, ya sea consciente o inconscientemente.
Creo que las personas no debemos reinventarnos: en realidad DEBEMOS DESCUBRIRNOS, atrevernos a saber quiénes somos y qué podemos dar de nosotros mismos. Creo que no es posible reinventarse sin antes “inventarse”. Para poder redefinir algo, antes hay que definirlo. Desde este punto de vista, creo que la esencia del desarrollo y la transformación personal conecta con descubrir QUIÉNES SOMOS realmente.
Creo que el Universo es expansivo y por ello fuente de abundacia y no de escasez, pero también creo que al Universo le ha crecido un “gran tumor en una de sus microarterias” provocado por los Sapiens. No nos estamos dando cuenta de que los alimentos y la materia prima que estamos utilizando para producir los caprichos que sustentan nuestros estilos de vida, proceden de las entrañas de La Tierra. Creo que nos hemos aislado de la realidad y ello nos ha conducido a hacer trampas sin parangón durante los últimos 200 años de la historia de la Humanidad que atentan contra La Tierra y por ello contra la propia Humanidad. Creo que estamos asomados a un abismo de imprevisibles consecuencias que solo vamos a poder salvar a través de la definición de un PROPÓSITO GLOBAL como Humanidad.
Reivindico el PODER de la bondad, la responsabilidad, el compromiso, la generosidad, la cooperación significativa, la confianza inquebrantable en uno mismo, la gratitud, el esfuerzo inteligente y el propósito.
Por todo ello CREO que, para vivir una vida plena, es esencial VIVIR EN PROPÓSITO
¿Qué VALORES nos guían a mí y a mi equipo de trabajo?
- Aspiramos a ser CONGRUENTES en todo momento
- Creamos competitividad a través de la INNOVACIÓN
- Asumimos RESPONSABILIDAD personal para obtener resultados genuinos
- Nos COMPROMETEMOS con nuestros propósitos de vida
- Alentamos a los demás a ser mejores personas y a MAXIMIZAR su POTENCIAL
Durante veinte años me dediqué a gestionar procesos de entrenamiento en una importante multinacional. Ello me permitió identificar con bastante precisión cómo aprenden y cómo no aprenden las personas: las personas aprenden y comprenden cuando ponen en juego sus emociones. Asumiendo que todo proceso de aprendizaje tiene una base emocional, es fundamental que las personas pongan en juego sus emociones en cualquier ámbito de sus vidas.
Las conferencias, los talleres y los programas que ofrecemos a equipos y a público en general –los puedes ver en el apartado de SERVICIOS– pueden ir acompañados también de actividades de OUTDOOR TRAINING con métodos altamente inspiradores y de alto impacto emocional que llevo a cabo junto a mi equipo de trabajo. Pero, por encima de todo, aportamos VALOR a través de los VALORES que nos definen como equipo de trabajo.
Feliz Camino;
